OLE - Dos Matadores dueños de festejos

Morales y Echeverría, figuras del triunfo a Boca, revivieron sus festejos con Olé. "Estos partidos marcan un antes y un después", dicen. Y sueñan con un final feliz.

Se divierten, parecen dos niños con un chiche nuevo y después de haber pasado un domingo haciendo travesuras. No, pero casi. Se cargan, se chicanean. Diego Morales y Mariano Echeverría, protagonistas clave en el enorme triunfo ante Boca, son amigos desde su época en Chacarita, hace más de dos años que concentran juntos y hoy, disfrutan de un presente ideal. En el complejo de Matías Almeyda, en Benavídez (ayer Tigre se entrenó ahí) se respira alegría, felicidad. Después de tres derrotas al hilo, la victoria del domingo cambió los aires en Zona Norte. "¿A él le vas a dar una pelota para la foto? Si ganamos con un gol mío y medio de él, je", bromea Cachete con Olé.

"Pero ojo que el segundo, Laverni me lo dio a mí. Con este llego a las dos cifras (en realidad, tiene 9 en su carrera)", le responde el Flaco al 10 de Tigre, quien tira la pelota para las fotos. "Estos partidos marcan un antes y un después. Veníamos de tres derrotas al hilo y era importante volver al triunfo. Además enfrentamos al puntero y le queríamos ganar", coinciden.

-¿Tuvo un gustito especial ganarle a Boca sobre la hora? - Morales: Sí, pero hubiese preferido no sufrir tanto. El gol de ellos fue un golpe duro por cómo veníamos nosotros. Después, el gol del Flaqui (Echceverría), en realidad en contra, fue algo hermoso. Es lindo ganar sobre la hora porque lo disfrutás más, pero se sufre un montón.

- Echeverría: Es hermoso con el diario del lunes. La realidad es que queríamos definirlo antes. Con estos equipos cuando te empatan, podés perder.

-¿Cuál de los dos goles se festejó más? -M: Cuando terminó el partido, porque nos sacamos un peso de encima. Fue algo muy especial y estaba muy emocionado.

-E: La verdad que grité todo. El de Cache lo festejé como si fuera mío. Fuimos 11 tigres adentro de la cancha y ese gol abrió el partido. El 2-1 fue increíble. Lo único que estaba buscando era abrazar a un jugador de Tigre porque nos estábamos jugando todo. Es volver a sentirse vivos, a confiar en nosotros.

-¿Es un triunfo que vale más desde lo anímico? -M: Sin dudas. Después de perder con All Boys sabíamos que ésa no era nuestra realidad. Teníamos el sabor amargo de no poder demostrar de qué somos capaces. Por suerte con Boca lo conseguimos.

-E: Se notó el cambio y el compromiso de cada uno. Donde había un jugador de Boca, estaban dos de Tigre. Eso te contagia porque cuando vez a un compañeros que se está matando no podés aflojar.

Pero ganarle a Boca deja secuelas. Echeverría, quien maneja el control remoto en la pieza y, según Morales, tiene sueño fácil, no pudo pegar un ojo. "Marcar a Silva es muy duro y me dejó golpes por todos lados. Es un gran profesional porque también recibió y no se quejó", reconoció.