El Chino le dio la victoria ante Vélez y ahora Tigre mira a todos desde arriba. Es el único líder del torneo, dos puntos arriba de Boca, y salió de Promoción. Depende de sí mismo para salvarse del descenso.
Era el partido a ganar. En el duro sendero de Tigre por mantener la categoría, Vélez se cruzó como un rival de peso con grandes posibilidades de perforar el barco y dejarlo al borde del hundimiento a falta de sólo una fecha. Pero el Matador desactivó la bomba que le plantó el fixture, y se quedó con la victoria por 1-0. Y como dice el dicho, fue un triunfo de seis puntos.
Los de Arruabarrena manifestaron su superioridad en el primer tiempo, con un Galmarini incisivo aunque poco punzante para la definición. Pero corrían los minutos, las pulsaciones y la desesperación aumentaban a la par, y la pelota seguía sin estrellarse contra la red. Gran responsable fue Marcelo Barovero, quien puso las manos para despejar cada flechazo que Tigre disparaba contra su arco.
Pero el reinado de Barovero llegó a su fin con un gol de otro planeta. Luna, pícaro, se escapó entre la defensa velezana en un pelotazo y definió de carambola ante la desesperada salida del arquero. Antes, Cubero se había hecho expulsar tontamente tras un pisotón en el pecho a Morales.
Tigre aguantó en su cueva a puro arañazo ante cada arremetida del Fortín y terminó festejando. Y por duplicado, porque salió de la zona de Promoción (lo metió a Banfield) y quedó como único puntero con 35. Boca, que acumula 33 unidades, completa el domingo ante Arsenal (32). En la última se viene Independiente, pero ahora, el Matador está en la Luna.
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