EL MURO INFERNAL

Para "prevenir" incidentes, en Tigre pretenden que ni los planteles ni el árbitro se vean las caras. La idea es poner paneles desde la calle hasta el campo de juego.

Parece que la cosa va en serio. El ánimo se caldea cada día un poquito más y, con el correr de las horas, se aleja de lo que debería ser un simple partido de fútbol. Tigre-San Lorenzo se vive y se siente como una verdadera final: y acaso lo sea, ya que será clave en la lucha por la permanencia. En consecuencia, la adrenalina y las presiones aumentan a medida que el choque más esperado del año se acerca. Y en Tigre tomaron nota de una previa condimentada con pólvora: además de las declaraciones de ocasión del plantel para evitar más roces luego del fuego cruzado por la suspensión de Buffarini, el club tiene en mente "prevenir" cualquier escándalo y podrían vallar todo el pasillo que va desde los vestuarios hacia el campo de juego para que los jugadores ni se miren. Insólito. Pero real.

Caruso Lombardi, caliente, tildó al partido como "una guerra entre el bien y el mal". Desde Victoria no le contestaron y, a pesar de que insisten con que sólo se trata de "un partido de fútbol", son conscientes de lo que se viene y por eso quieren evitar cualquier tipo de enfrentamiento. Como la rivalidad creció y se desbordó a medida que la temporada iba avanzando, los directivos piensan en un mega operativo de seguridad. ¿Para los hinchas? No únicamente. Pretenden separar a los planteles y al árbitro para que no tengan ningún tipo de contacto ni antes, ni después del encuentro.

Si bien no está definido (lo harán entre el jueves y el viernes), esta idea es para prevenir cualquier hecho de violencia y evitar una sanción posterior (quita de puntos o perder la localía en el último partido contra Independiente) en caso de incidentes. ¿Qué harán? En el boceto figura poner varios paneles de madera en la boca del túnel (en ese lugar hay un hall en donde se unen los tres vestuarios) que separen a los plantes desde el ingreso al estadio por la calle Facellos (ex Vélez Sarsfield y por donde habitualmente ingresan los jugadores y la prensa), hasta el momento de ingresar a la cancha. Además, reforzarán la cantidad de efectivos de seguridad en esa zona y volverán a poner las vallas sobre la calle Pasteur -esto mismo hicieron después de los incidentes con el plantel de Boca- para que ningún hincha de acerque a los micros.

¿Es necesario tanto? Por como viene la mano, parece que sí. Caruso dijo que será una guerra. Ojalá que tanto en las tribunas como en la cancha se viva en paz. Y que sólo haya fútbol.